un chico de 19 años. “Éste fue el punto de
partida: Perdí la ilusión hace un tiempo, y
por eso he sido malo en los estudios y un
desastre para todo. Cuando un día me
dijeron que si iba a Madrid a la JMJ pensé:
Bueno, si se puede, sí; y si no, no pasa nada.
Comenzaron los preparativos y reconozco
que actuaba como si la cosa no fuera
conmigo. Y éste, el punto de salida: Yo
siempre me he querido quedar en medio, sin
pronunciarme ni identificarme como
cristiano, y he descubierto que eso es lo que
me ha destruido. Ya no solo no me
avergüenzo de seguir a Cristo sino que
quiero hacerlo de verdad.” Si unimos este
tipo de relatos, por ejemplo, con el del
sacerdote catalán que cuenta cómo se sentó
a confesar y no paró hasta las cinco de la
mañana, tras 20 horas, podemos llegar a la
conclusión de que una gran cantidad de
jóvenes ha pasado por algo parecido a lo
ocurrido con el autor de las palabras que
hemos recogido aquí.
A esto hay que añadir la huella que
las jornadas han dejado en tantas personas
que no participaron en ellas, sino que
“pasaban por allí”. Desde el jefe de policía
que casi no podía creer que con tantos
cientos de miles de jóvenes reunidos los
únicos incidentes registrados fueran unos
cuantos desmayos por insolación, hasta
quien se vio movido a reflexionar seriamente
al ver el contraste entre unos jóvenes alegres
y respetuosos –claramente fruto de su fe-, y
otros que quizás no le dejaban dormir bien
los fines de semana por el ruidoso botellón
callejero que organizaban.
Asimismo, también hay
que sumar algunos frutos
que, en número, afectan a
pocos en comparación con
la gran multitud reunida,
pero que revisten gran
trascendencia, como son las
vocaciones, sacerdotales y
de otros tipos, que se
despiertan en las jornadas,
aunque la decisión definitiva
llegue algo más tarde.
Todo esto es muy difícil,
por no decir imposible, de
cuantificar, de trasladar a
estadísticas. Pero,
obviamente, existe. De todas formas,
insistamos una vez más en el ya menciona-
do reparo: ¿no es cierto que para muchos, la
mayoría quizás, acaba por ser algo efímero,
un entusiasmo que se desvanece al poco
tiempo? Se podría discutir, pero es más
provechoso mirar los Evangelios y formular
la misma pregunta. La predicación de Jesús
de Nazaret encandiló a muchos, y le seguían
multitudes. Sin embargo, el efecto no
pareció durar mucho para la mayoría. Ante
lo que resultaba difícil de aceptar –el
discurso sobre la Eucaristía en la sinagoga de
Cafarnaúm-, muchos dejaron de seguirle, y
en el momento más duro –la Cruz- le dejaron
solo. Y sin embargo, a partir de Pentecostés
se pudo comprobar que la siembra divina no
había caído en saco roto, y se tradujo en una
multitud de conversiones, esta vez duraderas.
Así actúa la gracia de Dios, que tiene
sus momentos, que no suelen coincidir con
nuestras previsiones ni con nuestras prisas.
Pero actúa. Unas palabras del libro de Isaías
pueden venir al caso: “Como la lluvia y la
nieve descienden de los cielos, y no vuelven
allá, sino que riegan la tierra, la fecundan, la
hacen germinar, y dan simiente al sembra-
dor y pan a quien ha de comer, así será la
palabra que sale de mi boca: no volverá a mí
de vacío, sino que hará lo que Yo quiero y
realizará la misión que le haya confiado”. De
ahí que los sucesivos pontífices, como puede
verse, no dudan en que vale la pena seguir
con las Jornadas Mundiales de la Juventud, y
el gran anuncio de Jesucristo que suponen.
Quienes han estado en alguna, quienes las
han vivido en primera persona, tampoco
albergan dudas al respecto.
26 de julio
Parque Błonia.
Ceremonia de apertura
Juan Pablo II: El fundador de la JMJ
La Santa Misa será presidida por el cardenal
Stanisław Dziwisz. Durante la ceremonia
estarán presentes los símbolos de la JMJ: el
ícono de Nuestra Señora Salus Populi Romani
y la Cruz de la JMJ.
28 de julio
Parque Błonia.
Ceremonia de Acogida del Santo Padre
La alegría de los jóvenes de Polonia y del
Mundo, que le dan una bienvenida a
Santo Padre
En el Parque Błonia los jóvenes de todo el
mundo darán la bienvenida al Santo Padre.
Por primera vez durante la JMJ el Papa
Francisco se dirigirá a los peregrinos.
29 de julio
Parque Błonia.
Vía crucis.
El vía crucis: la Vía de la Misericordiae
La celebración tiene como fin explicar a los
jóvenes el significado de la cruz en el
contexto de la misericordia. Se presentará la
misericordia en su dimensión práctica; a
través de acciones, actitudes y las obras de
misericordia.
30 de julio
Campus Misericordiae.
Vigilia con el Santo Padre
Nuestros guías en el camino hacia Jesús,
fuentes de la misericordia: Santa
Faustina, San Juan Pablo II
El elemento más importante será la
Adoración del Santísimo Sacramento. La
vigilia terminará con un concierto de
alabanza, que seguirá a continuación de la
oración.
31 de julio
Campus Misericordiae.
Misa de Envío
La dignidad universal como resultado
del Bautismo, la Puerta de la Misericor-
dia: envío de los jóvenes testigos de la
Misericordia
La Misa presidida por el Santo Padre el
domingo coronará la JMJ. El énfasis se hará
en el significado del Bautismo, que es un
sacramento que nos une a todos. Se planea
la renovación de las promesas bautismales.
PROGRAMACIÓN
DE LOS ACTOS CENTRALES
A FONDO
SL
TROA
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