E
n la actualidad da la sensación de que
no es importante el papel del padre. ¿Cuál
cree que es este papel?
El problema está en que todo lo que se habla
en los últimos decenios del papel del padre
es: el padre se ha diluido, los padres ya no
están, los padres no aparecen. Esto es lo que
se está escribiendo en los últimos decenios
sobre el padre. Inclusive la dilución de la
necesidad de padre. Todo mi propósito al
escribir este libro es darle precisamente la
vuelta a eso: el padre no puede desaparecer,
no puede eludir su responsabilidad,
apartarse del mundo del crecimiento de los
hijos porque estos necesitan a su padre. En
el libro trato en alguna medida dar pautas,
razones e ideas a los padres para que se
impliquen en la educación y en el crecimien-
to de sus hijos.
¿Cómo influye la calidad del matrimonio
en la educación de los hijos?
Tanto la paternidad como la maternidad se
apoyan en el marketing que le hace el otro.
Uno suele ser buen padre cuando su
cónyuge dice a los hijos: "Vuestro padre es
un buen hombre, hacedle caso" o "Vuestra
madre está por encima de todo, vuestra
madre es genial". Eso otorga un equilibrio y
una estabilidad afectiva. Por el contrario,
basta que te diga una madre "Es que vuestro
padre..." Eso va minando el concepto que los
hijos tienen del padre. Precisamente es una
de las cosas -los que nos dedicamos a la
Orientación Familiar- que aconsejamos a los
padres que desgraciadamente están
separados: “salid adelante como podáis,
pero lo que no debéis hacer nunca es criticar
al otro, deteriorando su conducta, porque
eso al final os pasará factura”.
No todos los padres educan bien a sus
hijos…
Ciertamente, hay padres mal queridos y mal
educados que no son capaces de educar
bien a sus hijos. Pero lo que tenemos que
hacer no es dar pautas desde las institucio-
nes estatales sino generar cursos de
orientación para padres y madres para que,
en su situación singular, lo hagan bien.
El ejemplo es lo más importante pero,
¿qué hacemos cuando nos equivocamos,
cuando lo damos mal?
Principalmente pedimos perdón. Los padres,
gracias a Dios, somos humanos y nos
equivocamos. Y lo que tenemos que
aprender es a pedir perdón. Y todos
tenemos que aprender a perdonar, ojo.
¿Con qué argumentos se puede convencer
de la necesidad de la diferencia de roles?
Hay un argumento antropológico biológico.
Desde el momento en que nacemos hay
marcas que nos indican diferentes. Leí hace
muchos años una obra de Mikel Gotzon
Santamaría,
Saber amar con el cuerpo
, en el
que te va explicando cómo la biología nos
hace masculinos o femeninos. Uno en el
libérrimo uso de su libertad podrá decidir
comportarse con su conducta como le
parezca. Pero las diferencias son objetivas y
científicas.
Una frase muy de familia: “Vamos a
hablar de hombre a hombre”. ¿Qué tienen
esas conversaciones que solo las puede
llevar a cabo un padre?
Indudablemente un padre siempre recono-
cerá mejor qué surge por el interior de un
varón. De la misma forma ocurre cuando las
madres y las hijas hablan de mujer a mujer.
Es muy bonito hablar de hombre a hombre o
de mujer a mujer sin quitarle al otro ningún
protagonismo. Los matrimonios tenemos
que aprender a ser complementarios. Es una
realidad bonita y muy sabrosa.
Entrevista de
Isabel Martínez Alemán
a
Tomás Malmierca
LA MIRADA
DE PAPÁ
ENTREVISTA A
SL
TROA
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Tomás Malmierca
, es un orientador Familiar, profesor en un colegio de Barcelona
y presidente de Acción Familiar (AFA). Ediciones Palabra acaba de publicar su
primer libro
La mirada de papá
, donde nos presenta los grandes retos de los
padres de hoy.
Palabra | 12,40€