C
atorce años después de que Siruela
publicara
El jinete del dragón
, Cornelia Funke
retoma a los personajes del que fue su
primer best-seller internacional (más de 3
millones de ejemplares vendidos) y constru-
ye una novela trepidante,
La pluma del grifo
.
Emoción, humor, fantasía y un mensaje
claro: la importancia de cuidar el medio
ambiente.
Es
Cornelia Funke
en estado puro. La
autora que ha encandilado con libros como
Corazón de Tinta
a varias generaciones de
lectores regresa con una fantástica aventura.
¿Por qué tardó tanto tiempo en
llegar la segunda aventura de
El jinete del
dragón
?
Traté de escribir una segunda
aventura en varias ocasiones, pero nunca
llegué a tener la sensación de que la historia
tuviese la suficiente fuerza para estar a la
altura de las cualidades del primer libro, y
creo que no hay nada peor que decepcionar
a tus lectores con una mala secuela. Es como
si estropeara también la fascinación por el
primer libro. Sin embargo, hará unos tres
años, empecé a trabajar con varios ilustrado-
res de Los Ángeles en una aventura digital de
El jinete del dragón
contada como un cómic,
y, mientras les estaba hablando de los
personajes del primer libro, sentí tal deseo
de volver con ellos y escribir otro libro, que
me senté y… escribí
La pluma del grifo
. El
cómic ya está terminado a estas alturas, y
estoy trabajando en el siguiente libro, lo cual
demuestra que lo digital puede servir para
inspirar la palabra impresa.
En estos años tu vida ha cambiado
mucho; al retomar la historia para
escribir esta segunda parte, ¿cómo han
influido estos cambios?
Eso me preocupaba, y me preguntaba
si mi propia voz sería diferente en este libro.
No obstante, las reacciones en Alemania
fueron muy positivas, y oí a muchos lectores
decir que los personajes les resultaban muy
familiares y que el libro les había remontado
a su lectura de la infancia. De todas formas,
yo pienso que el libro refleja todos los
cambios de mi vida, muchas cosas que he
aprendido y que no sabía hace 19 años… y
que es mejor que el primer libro.
Hay muchos personajes que
comparten protagonismo, si pudieras, ¿a
cuál de ellos sacarías del libro para
traerlo al mundo real, y por qué?
¡Aquí sí que me costaría decidirme! Por
supuesto que me gustaría traer a los
dragones, ¡a todos! Pero también está
Pegaso. Y el Centauro. ¡Y Shrii! Me encantaría
conocer a TerTeWa y a Me Rah, y también
me encantaría ver a Lola posarse en mi
escritorio. Y… ¡a Hothbrodd, claro! No tengo
ninguna duda, quiero que Hothbrodd sea el
guardián de mi casa.
En
La pluma del grifo
, es muy claro el
mensaje de protección de las especies en
peligro de extinción, ¿nos puedes hablar
sobre tu implicación en este tema?
Siempre he considerado que la
naturaleza es una de las fuentes más
importantes de toda creatividad. Nuestra
falta de respeto por todo lo que no es
humano hará que el mundo pierda riqueza y
diversidad, y tal vez sea demasiado tarde
cuando nos percatemos de lo triste que es la
existencia que nosotros mismos nos hemos
creado. Me pregunto si el arte y la música
desaparecerán, si seguiremos contando
historias cuando no dispongamos de esas
criaturas salvajes y paisajes naturales que las
inspiren. Tengo la intención de convertir la
protección de todo lo natural en uno de los
objetivos de mi vida, y espero que mis
historias logren que mis lectores descubran
el hechizo que este planeta tiene reservado
para todos nosotros.
También están muy presentes en
este libro los valores de la solidaridad, la
amistad y la protección de los más
débiles…
Cierto, no creo en los héroes solitarios.
Creo en pensar en los demás, en la diversi-
dad, en la compasión, la coexistencia… Creo
que todos vivimos para plantar semillas, y
que con demasiada frecuencia solo pensa-
mos en cosechar frutos (ya lo dijo mucho
mejor
Robert Louis Stevenson
).
En esta historia la vegetación es
muy diferente a la de
El jinete del dragón
;
hemos pasado de las cordilleras del
Himalaya hasta Noruega, India e Indone-
sia. ¿Por qué elegiste estos escenarios
para la segunda parte?
Me encanta llevar a mis lectores a
lugares distintos en cada libro… y viajar con
ellos. Esta vez elegí Noruega porque me
resultaba creíble que alguien pudiese ocultar
en sus bosques un refugio para criaturas
Cornelia
Funke,
en estado
puro
SL
ENTREVISTA A
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TROA