«Muchos de
los proble-
mas actuales
quedarían
convertidos
en poco más
que azucari-
llo, si nos
esforzáramos
todos en
hablar bien
de los demás
y en usar las
palabras
adecuadas.»
decidor sea loco, el escuchador sea
cuerdo
, que confirma que de todos se
puede aprender si se está dispuesto a
ello.
Ni todos los que estudian son
letrados, ni todos los que van a la
guerra soldados.
Reconocemos aquí
varias verdades:
Que ni están todos
los que son; ni son todos los que
están
. Y por otra parte, que hay
muchas personas que saben y su
saber no está reconocido “oficialmen-
te” y su contrario, algunos reconoci-
dos “oficialmente” no saben.
El refranero apostilla:
el que no
sabe, tanto es como el que no ve,
pero no sólo en el nivel de estudios,
sino en todos los niveles de la vida.
Para muestra estos dos:
mucho vale y
poco cuesta, a mal hablar buena
respuesta
; y
cortesía es bien hablar:
cuesta poco y mucho vale
.
Estoy convencido que muchos
de los problemas actuales quedarían
convertidos en poco más que
azucarillo, si nos esforzáramos todos
en hablar bien de los demás y en usar
las palabras adecuadas.
En relación con la sinceridad y la
prudencia en el hablar, en este
maravilloso tiempo de la información
sin límites en el que nos toca vivir,
existe todo un rosario de refranes que
no podemos más que nombrar:
Antes toman al mentiroso que al
cojo.
Quien no sabe callar no sabe
hablar.
En la boca del discreto, lo
público es secreto.
La lengua del mal amigo más
corta que cuchillo.
Quiero fijar la atención ahora en
una realidad que tiene una incidencia
directa en los resultados académicos
y que no se analiza en este sentido las
más de las veces. Se trata del uso de
los medios materiales y la reacción
ante las adversidades naturales.
El desarrollo tecnológico y la
abundancia de medios, en general
-internet, televisión, vídeos, dvd,
refrigeración en el coche, cinco
postres para elegir, variedad de
chucherías, marcas de pantalones, de
zapatillas, de raquetas, etc.- dificulta
más que ayuda el proceso educativo.
Es más fácil educar en la
necesidad que en la abundancia;
aunque es mejor y más seguro
hacerlo en la última. La necesidad
elimina la posibilidad de elegir y la
educación sin libertad es una
pseudoeducación que nos mantiene
engañados en sus aparentes buenos
resultados.
La comodidad perezosa sirve de
poco:
tripa llena, ni bien huye, ni
bien pelea
; y frente a los caprichos:
a
pan de quince días, hambre de tres
semanas
. Para los que no saben usar
la bebida con medida el refranero
recuerda:
bebe el agua a chorro y el
vino a sorbos
;
hombre bebedor poco
emprendedor
;
el vino demasiado, ni
guarda el secreto ni cumple palabra
.
Ahora, algunos sobre la
importancia de los amigos en la
educación:
No con quien naces, sino
con quien paces
. Tanta importancia le
da el refrán que lo antepone a la
familia. ¿De nosotros se puede decir:
quien a buen árbol se arrima buena
sombra le cobija
?, o tal vez el que
está en el lodo querría meter a otro; o
este otro de mal amigo: la compañía
del ahorcado: ir con él y dejarle
colgado.
En la amistad hay que perdonar
y olvidar:
Consejo es de sabios
perdonar injurias y olvidar agravios.
Para los amigos inconstantes,
Perrillo de muchas bodas no come
en ninguna por comer en todas
.
No
se puede estar en la procesión y
repicando las campanas.
Recurrir a Dios para que nos
saque las castañas del fuego también
tiene refrán propio:
a Dios rogando y
con el mazo dando
. En él podemos
señalar al menos tres aspectos: Uno,
la conveniencia de encomendarse a
Dios antes de realizar cualquier
trabajo, siguiendo la secuencia
temporal que parece sugerir la
máxima. Dos, que la bondad de rezar
no puede hacernos olvidar la
necesidad del esfuerzo, para terminar
todo trabajo. Tres, la unidad entre la
oración y el trabajo, para contribuir a
la creación, para servir a los demás y
para conocer mejor a Dios.
Otros principios de actuación
para la vida se resumen en estos
otros, que reúno sin comentarios,
para pensar por cuenta propia:
Quien bien tiene y mal escoge,
por mal que le venga no se enoje.
¡Qué bonita es la vergüenza!
mucho vale y poco cuesta.
Con poco viento cae en el suelo
torre sin cimiento.
Lo que no se comienza nunca se
acaba.
EL REFRANERO Y LA EDUCACIÓN
SL