LA REVOLUCIÓN
DE OCTUBRE,1917
T
ras el estallido de la Revolución en Rusia en
febrero de 1917, originada por el sufrimiento que la guerra
y el hambre habían causado en el pueblo ruso, sumado a
las avanzadas ideas políticas que ya Alejandro III había
reprimido con dureza mediante penas de exilio en Siberia e
incluso la pena capital, el Imperio de los zares se encontra-
ba en plena ebullición.
Las riendas del gobierno tras la abdicación del zar
Nicolás II, primero, y del gran duque Miguel, su hermano,
después, fueron recogidas por el llamado Gobierno
Provisional en marzo de 1917. Este órgano, surgido de la
incómoda cooperación entre el Comité Provisional de la
Duma Estatal y el comité ejecutivo del Sóviet de Petrogra-
do, aunque este último no accedió a formar parte del
nuevo gobierno tras dar su aprobación, estaba integrado,
principalmente, por liberales, constitucionalistas y demó-
cratas, moderados y radicales. Los socialistas, también
divididos en moderados y radicales, quedaron fuera por
creer que la Revolución de febrero había sido una revolu-
ción burguesa, y que solo había sido el principio de lo que
sería la Revolución proletaria.
La polarización entre los sectores
constitucionalistas-burgueses y socialistas-social-
revolucionarios aumentaba día a día desde la
formación del Gobierno Provisional, lo que, por
otra parte, quedaba patente en el antagonismo
que paulatinamente horadaba la cooperación
entre el Gobierno y los sóviets, controlados
principalmente por socialistas y socialrevoluciona-
rios. Los primeros planeaban llevar a cabo
reformas moderadas y paulatinas que creían
sensatas, mientras los segundos urgían a realizar
reformas más severas y más radicales según el
espectro político se inclinaba más hacia la
izquierda.
Por otra parte, la participación rusa en la
guerra no había variado pese a la constante
demanda de amplios sectores de la población, y la
indecisión al respecto por parte del Gobierno
Provisional dio a los socialistas la razón, al tiempo
que el apoyo del pueblo, que necesitaban para
entrar en el gobierno. La presión para firmar un
«Al despertarnos hemos
descubierto que la ciudad estaba
en manos de los bolcheviques»
Francis Lindley
Antonio Miguel Jiménez Serrano
Graduado en Historia y Máster en Historia y Ciencias de la Antigüedad
“La llegada de
Lenin, líder de
los bolchevi-
ques, compli-
có bastante
las cosas para
el entonces
gobierno de
Guergi Lvov.”
Asesor diplomático de la embajada
británica en Petrogrado
28 FUNDACIÓN
TROA
SL
A FONDO