¿Q
ueréis casaros por la
Iglesia? Sin duda sois una pareja
original. En realidad, todas las parejas
son originales porque cada persona
es única e irrepetible y también cada
historia de amor es única y, en este
sentido, original.
Al referirme a vuestra decisión de
casaros por la Iglesia, podéis pensar
que os llamo originales porque sois
una minoría: es cierto que los jóvenes
ya no eligen el matrimonio como la
forma más frecuente de vivir sus
relaciones de amor. No, realmente,
cuando digo que sois una pareja
original, no quiero referirme simple-
mente a cuestiones estadísticas, voy
mucho más allá: con esta decisión
estáis diciendo que habéis sido
capaces de comprender (o al menos
de intuir) que el matrimonio “por la
Iglesia” responde a la verdad de
vuestro amor, pone nombre al amor
que os tenéis.
El matrimonio canónico no es un
conjunto de limitaciones (“no puedes,
renuncias a…”), todo lo contrario: es
una afirmación (“te elijo, te prefiero,
me entrego, te recibo…”) de vuestro
amor, un amor que no es una carga,
sino un regalo. El matrimonio es un
camino para perfeccionar vuestro
mutuo amor, un amor que habéis
recibido y reconocido como un
don. Y estáis eligiendo vivir
vuestro amor en la forma
pensada por Dios desde el
principio para que un hombre
y una mujer se quieran
plenamente.
En el libro
Una decisión
Una
decisión
original
hemos querido aportar
nuestra experiencia vital y profesio-
nal, y no solo conocimientos teóricos,
para responder a cuestiones esencia-
les: ¿Qué es estar verdaderamente
enamorado? ¿Encaja en el matrimonio
como lo propone la Iglesia? ¿Dios lo
pensó así para que un hombre y una
mujer vivieran un amor de verdad? A
los tres autores nos importáis
vosotros, las personas a las que nos
dirigimos: queremos deciros que el
amor es verdad, y hemos escrito este
libro para ayudaros a descubrirlo.
Para vivir un buen matrimonio, no
debéis infravalorar la importancia del
noviazgo. Desde ese primer flechazo
que os une a esa persona tan
especial, comienza un recorrido en el
que os acompañáis el uno al otro en
las distintas fases de vuestra historia
común e irrepetible. Lo que un
principio nace en vosotros como una
mera atracción, un revoloteo de
mariposas en el estómago, desembo-
ca en el descubrimiento del amor que
sentís tras haberos dedicado tiempo
para conoceros y enamoraros.
Enamoraros de una determinada
persona no lo podéis decidir, no está
bajo vuestro control escoger a esa
persona que hace que el corazón se
acelere: es un descubrimiento. Pero sí
podéis decidir elegir vivir un amor
verdadero, distinto a otros, un amor
que os hace mejores en todos los
sentidos de vuestra vida.
Resultan injustas esas concepciones
negativas que se le dan ahora a
términos como ‘a largo plazo’,
‘duradero’ y ‘para siempre’, como si
fueran enemigos directos del amor.
Los sentimientos que se despertaron
en vosotros al principio de la relación,
evidentemente no pueden mantener-
se tal cual surgieron. Estos han de
evolucionar, ir más allá, crecer con
vosotros y que los ordenéis a través
de la razón y la voluntad que llegan
cuando tras el deslumbramiento del
enamoramiento inicial podéis ver a la
persona del otro en su totalidad y
entonces, sí, quererla y elegirla de
verdad, no por seguir un impulso.
Tal vez habéis dejado de creer en “un
amor para siempre” por esas voces
persistentes y pesimistas que os
hacen pensar que es imposible de
alcanzar. Pero si ya comenzáis una
María Álvarez de las Asturias
Abogada y canonista. Dirige el
Instituto
de
orientacion personal y familiar
Coincidir
ORIGINAL
Nicolás Álvarez de las Asturias,
Lucas Buch y
María Álvarez de las Asturias
Palabra | 160 págs. | 14,90 €
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FAMILIA
40 FUNDACIÓN
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