«Desde ese
primer flecha-
zo que os une
a esa persona
tan especial,
comienza un
recorrido en el
que os acom-
pañáis el uno
al otro en las
distintas fases
de vuestra
historia común
e irrepetible»
relación pensando o temiendo que
vuestro amor va a extinguirse con el
paso del tiempo, nunca llegaréis a
confiar el uno en el otro.
Queremos deciros que ambos sois
capaces de quereros todos los días de
la vida. Que esta capacidad existe en
vosotros ¿por qué no podríais amaros
vosotros sin límite de tiempo si tenéis
esa capacidad y lo comprobáis en la
experiencia de amar de forma
definitiva a otras personas? A vuestros
abuelos, a vuestros padres, a vuestros
hijos… Por eso no dudéis de que
podéis amar de la misma manera a
vuestra pareja.
Y el matrimonio es la afirmación de
esa decisión, de que queréis que
vuestro amor sea duradero y real. Os
casáis “porque” queréis y os casáis
“para” quereros. Sólo podréis disfrutar
de un matrimonio pleno si elegís
compartir la vida; eligiendo, entende-
mos, desde la libertad más plena. Esta
decisión definitiva asusta y, es normal,
porque sois conscientes de que, al
igual que hay momentos buenos,
también llegarán algunos no tan
buenos.
Para esos momentos, el compromiso
es el recuerdo de todas las razones
que os llevaron a elegiros mutuamen-
te y que siguen ahí, aunque a veces
puedan estar ahogadas bajo el peso
de preocupaciones, tareas, obligacio-
nes… Es este compromiso el que os
dará un empujón en los días en los
que el sentimiento esté nublado y
hará uso de los recuerdos que habéis
atesorado juntos de vuestro amor
para tenerlo presente hasta que todo
se despeje; también os ayudará a
hacer un esfuerzo para volver a
caldear el corazón.
Algunos creen que el matrimonio es
contrario al amor romántico. Pero,
¿qué es más romántico? ¿Qué te digan
“te voy a querer un tiempo, porque
ahora me haces sentir bien, pero si
encuentro a alguien que me guste
más que tú, me iré a pesar de que tú
me das todo tu amor”? Esto es lo
mismo que decirte que, en realidad,
no eres muy valioso y que no mereces
la pena “del todo”. ¿O prefieres que te
digan “tu amor me ha cambiado la
vida y no concibo vivir sin ti, te elijo
entre todas las personas y doy gracias
porque tú me has elegido”?
La fecha de caducidad es una etiqueta
que encontráis en el noviazgo, pero
no en vuestro amor. Es decir, el
noviazgo es una etapa del amor ¡que
os lleva a algo mucho más grande! Y el
siguiente paso es querer pasar la vida
juntos en una expresión de vuestro
amor en la que os entregáis mutua-
mente y que compartís con todos
aquellos que os importan y para que
se entere todo el mundo: ¡Me caso
contigo! A mí es lo más romántico que
me han dicho en la vida.
UNA DECISIÓN ORIGINAL
SL